Hoy se celebra el Día Internacional de la Felicidad, instituido en 2012 por la Asamblea General de las Naciones Unidas y celebrado por primera vez el año 2013. Hoy es sin duda uno de mis días favoritos en el año.
La felicidad y su estudio es algo que me fascina desde que descubrí que ser feliz no depende de cosas materiales, de ir de objetivo en objetivo o de encajar en un molde sino que radica en cosas más sencillas como sonreír, caminar, meditar o viajar.
Ni siquiera cuando logré todo lo que había planeado para mi vida universitaria (coordinar un gran evento, dirigir un grupo estudiantil exitoso, ser parte de elenco principal del musical escolar…) fui tan feliz como el momento en que vi la ciudad de Berna, Suiza, desde el famoso Jardín de las Rosas. ¿Por qué? Buscaba la felicidad en otro lado, no reconocía la importancia de permitirme un viaje, una comida rica, una experiencia nueva…

Seguro has de creer que esta filosofía es la simple idea de una loca hippie hipster pero afortunadamente la ciencia me respalda.
Un estudio de la Universidad de Cornell demostró que gastar tu dinero en experiencias es más enriquecedor que gastarlo en cosas materiales. Un viaje, por ejemplo, te brinda una mayor y más larga felicidad que la compra del gadget más reciente. ¿La razón? Que nos acostumbramos fácilmente a los objetos materiales y la felicidad que te brindó esa compra va reduciendo con el tiempo.
Recuerda la última vez que renovaste tu guardaropa, ¿acaso no eras la persona más feliz estrenando un nuevo outfit cada día?, ¿que pasó cuando tu ropa dejó de ser nueva?. Esa sensación de felicidad se desvaneció.
Ahora recuerda tu viaje de graduación, seguro que esas memorias aún te sacan una sonrisa 🙂
¿Te has dado cuenta que Mark Zuckerberg, al igual que Steve Jobs, siempre viste lo mismo? Incluso algunas de las personas más ricas del mundo han encontrado la manera de distanciarse de compras absurdas e invertir su dinero en viajes, experiencias, desarrollo personal y memorias. ¿Por qué Mark se preocuparía por un guardaropa al último grito de la moda cuando puede viajar por el mundo como parte de su reto personal «A year of running»?.

Gastar todo tu dinero en un nuevo automóvil no te traerá la misma felicidad que aprender a cocinar, brincar del paracaídas, comer en el mejor restaurante de la ciudad o escuchar en vivo a tu banda favorita. ¡Nunca te cansaras de los buenos recuerdos!. Incluso las malas experiencias- como cuando extravié mi única tarjeta de débito en un cajero de Indonesia y me quedé sin dinero las últimas 2 semanas de mi viaje- se convierten en parte de nosotros, nos vuelven quienes somos y por lo tanto nos brindan mayor felicidad.
Además, viajar nos enseña a vivir en el presente, a recordar que en nuestra vida tenemos los días contados. Cuando viajamos sabemos que hay que estar, sentir, vivir y saborear cada minuto de nuestra estancia en aquel lugar ajeno a nuestra cotidianidad y al cual no tendremos tiempo de acostumbrarnos (como nos acostumbramos a una nueva casa). Sabemos que pronto aquellos momentos quedaran reducidos a fotos y recuerdos y por eso, en esos instantes, aprovechamos nuestra vida al máximo. Queremos hacer las mejores memorias de ese viaje y es entonces cuando recordamos que es ahí, en el presente, donde la vida acontece.
Así que, ¿cuál es tu excusa?. Deja de juntar todo tu dinero para comprar el iPhone más reciente (y que dejará de serlo en unos cuantos meses cuando Apple lance la nueva versión) y compra el vuelo de tus próximas vacaciones, anótate en la clase de yoga que siempre has querido o visita un museo. Te aseguro que serás mucho más feliz.
2 respuestas a “El dinero sí compra la felicidad… o viajes, que es lo mismo”
[…] Come toda el helado que quieras en Italia, haz castillos de arena en Cancún, aviéntate a todas las albercas, lagos y cascadas. Disfruta de las cosas simples de la vida, sin culpas ni arrepentimientos. Ahí reside la felicidad. […]
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[…] Todos tenemos historias de viaje que deben ser escuchadas. Así como yo les conté de los beneficios que tiene viajar para su carrera profesional , esta vez Paty Salazar- 22 años, potosina, soñadora, estudiante de derecho en la Facultad Abogado Ponciano Arriaga Leija- nos cuenta su experiencia y aprendizaje viajando como Coordinadora de Relaciones Públicas para Viva la Gente. ¡Un ejemplo más de porque viajar te hace feliz! […]
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